domingo, 23 de diciembre de 2012

21

Tenía razón, estaba rompiendo con mi propia epistemología. Estaba luchando contra mí misma. Y... al quedarme sin fuerzas no me he negado a parar y a permitirme ser mi otro yo. Mi querido rol.

"[...] el sistema de venas, vasos y arterias por las que circula el torrente sanguíneo, una ciudad que no posee ni grifos, ni aberturas, ni desagües, sólo un canal sin fin cuya circularidad y constante retorno consolida un "yo" con el que salvarnos de la fatal dispersión de nuestra identidad con el Universo. Un desierto que no avanza, un tiempo mineralizado y detenido llevamos dentro. De ahí que el "yo" consista en una hipótesis inamovible que al nacer se nos asigna y que hasta el final sin éxito intentamos demostrar.

Agustín Fernández Mallo, Nocilla Dream (no me gusta nada el libro)

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