sábado, 13 de diciembre de 2014

48

Qué bello eras, malnacido. Ahora lo eres lejos de mí, por eso digo que lo eras, porque aquí ya no existes. No te pedía nada, no quería nada de ti, me bastaba con contemplar tu belleza. Quizás te parezca alucinatorio, pero uno puede deshacerse de amor por la belleza, yo soy una prueba de ello. Eran bellos tus gestos hasta que uno de ellos ha sido abandonarme. ¡Qué exagerada es Carla! ¡Llora por ver algo hermoso! ¡Habla de amor! ¡Se siente abandonada! Nada de esto significa que me importes más que otro ser vivo, o más de lo que me importo a mí misma. Simplemente siento y le pongo nombre a las cosas. Pongo nombres y mantengo conversaciones necesarias sobre cosas que nadie quiere mencionar, quizás. Por eso me has abandonado; por desaparecer como un perro cuando solo necesitaba hablar; me has abandonado como amigo. Creía que éramos amigos, lo parecía. Creo que tú también lo creías. Algo te ha superado, te has cagado, has decidido que no vale la pena, y me has abandonado. Y yo hoy veo una foto y siento nostalgia de tu belleza. Yo creo que es una ventaja que mis sentimientos sean tan grandes y tan vulgares al mismo tiempo; se puede ser el objeto de mi amor y disfrutar de la belleza de tal pasión sin miedo a ser consumido desenfrenadamente. Y yo cada día puedo sentir la grandeza de un todo en un efímero instante. ¿Cómo no creer en la magia? Siento lástima por perder tu belleza y porque tú y otros como tú os perdáis la grandeza de su contemplación.

sábado, 6 de diciembre de 2014

47


¿Hace falta mencionar lo que nos quedaba por vivir? A ti, cerca pero lejos de mí, imaginando que no existe otro sol que el que ven tus ojos. A mí, cerca del sol de tus ojos, imaginando lo lejos que queda de mí. La lluvia se escondía de tus pupilas; se marchitaba la vida envuelta en el tacto de tus dedos, mientras yo imaginaba corridos todos los velos que quedaban por existir. Nos mentíamos cuando pensábamos que algo era como creíamos ver. Nos engañábamos: tú, sintiendo que la vida se escapaba en mis sonrisas fingidas; yo, sintiendo que podías amar como creo que es amar. El cielo no se desvanecía esa noche, ni iba a hacerlo las siguientes; nuestro miedo era capaz de paralizar su desenvoltura. Agarrábamos las alas de nuestras almas con todo nuestro amor, pensando que el amor podía agarrar alguna ala de algún algo. Ilusos, creyendo ser vividores, disfrutamos de saciar nuestra sed cuando la condenábamos al fondo de nuestros seres, a perecer. La abandonábamos al abismo, creyendo que la saciábamos, y legítimamente; convencidos. Tiraste las toallas de mi higiene interior, y yo sacudí las sabanas de tu cuarto íntimo. Destrocé tu intimidad y tú enojaste la lujuria de mi amor. Prendimos las velas de una alcoba vacía, pues no nos atrevimos a entrar. Calentamos un lecho desde el abismo de nuestro abandono, por sentir su calidez; por actualizar su recuerdo. Sentimos la vida y el amor pasar, pero no por nosotros. Quisimos que hubiera luz ahí fuera, pero no en nosotros. Saludamos al sol desde lejos, conformándonos con su cordura, abandonando la locura a la muerte, creyéndonos que así no nos alcanzaría; y de este modo nos hallamos locos, sin esperanza.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Podrías haber permanecido cerca de mí,
yo te hubiese amado
de verdad,
que es la única forma.

Te hubiese abrazado hasta quitarte el miedo,
hasta hacerte notar que no te escapas por donde das,
que no te evaporas.

Podrías haberme amado,
como a todo, como a nada,
como a nadie tan especial ni tan amable,
como podrías haberte amado.

Podrías haberte amado,
escuchado, atendido;
podrías haberte ilusionado
con la magia de mi risa,
al reconocer tu misma alegría en ella.

Podrías haber sabido
que el amor no es nada
de lo que puedas huir
porque lo es todo.

Podrías saber que lo sabes, 
si supieras saber amarte.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Anhelo y morir

El anhelo de ti
se espesa,
se solidifica en la espera.
 
Mi ser muere en el interior.
Él me espera a mí, no a ti;
pero para mí no hay esperanza
mientras es a ti a quien anhelo.
 
Me exaspero ante
la recontemplación
de mi ser huidizo;
 
Es ver un sol en unos ojos
y fervor en un vientre,
y ya darlo por perdido.
 
Sin remedio, es ver y temer;
temer por mi vida,
¡por tentarme la muerte!
 
Es la impotencia de
saber
que no estoy en el calor de tu vientre
o que tú no estás en él.
 
Es mirarte y
morir,
por saber
que la muerte es inminente
 
porque la busco.
 
Mi ser se pierde
cada vez que quiere perderse
y siempre quiere
y siempre lo hace.
 
Su desconsuelo es que no se encuentra en ti,
se encuentra en mí cuando la muerte no me tienta.
 
Otra vez vuelve a tentarme,
siempre,
porque quiere encontrarse en ti
quiere encontrarse en ti
quiere encontrarse en ti.
 
Es verte y
saber
que la muerte en ti le tienta,
y que no sabe hacer otra cosa que morirse en ti,
pues quiere encontrarse en ti,
y es verte y
morir
porque en ti no se encuentra.

domingo, 26 de octubre de 2014

El Yo perdido


El Yo perdido es el que siempre encuentro.

Según nos cuenta Harville Hendrix en «La creación del falso yo» (incluido en Encuentro con la sombra –un recopilatorio de artículos de psicoanalistas junguianos), durante la niñez, la naturaleza humana se desdobla en tres entidades distintas:

1.      El «Yo perdido, aquellas partes de nuestro ser que las demandas de la sociedad nos han obligado a reprimir.

2.      El «falso Yo», la fachada que erigimos para llenar el vacío creado por esa represión y por la falta de una satisfacción adecuada de nuestras necesidades.

3.      El «Yo enajenado», aquellas partes negativas de nuestro falso Yo que son desaprobadas y que, en consecuencia, negamos.

El psicoanalista explica que cuando somos niños reprimimos muchos rasgos de nosotros mismos que forman parte de la totalidad original de nuestro ser. Para ello formamos el falso Yo, que es el que todos ven y conocen y el que nosotros queremos y creemos ser, porque es el que encaja con la sociedad. Llega un punto en el que el niño se defiende si se le ataca, por ejemplo, diciéndole que es egoísta y orgulloso, negando que esa sea la realidad.

En cierto sentido podemos decir que el niño está en lo cierto porque esos rasgos negativos no forman parte de su naturaleza original sino que han ido fraguándose a partir del dolor hasta terminar formando parte de una identidad asumida

La cuestión es que crecemos así, fortaleciendo múltiples Yos, excepto el Yo perdido. Me da pena pensar que este Yo casi ha muerto. Toda la naturaleza animal y espontánea ha quedado ahí y hemos creado un ser básicamente moral, mental. A partir de entonces, es decir, toda la vida, somos lo que debemos ser y el montón de mierda que arrastramos por culpa de creernos eso. El rencor se ha apoderado de nosotros y haremos lo mismo a nuestros hijos, por inconscientes que seamos de ello y por sutiles que sean estos sentimientos. La inocencia ha desaparecido, estamos siempre vigilantes. No nos permitimos amar y no dejamos que nos amen, porque no sabemos lo que es eso, porque desde que nacimos nos despreciamos. Lo peor es que realmente somos esto. No podemos creer que nuestra naturaleza original es nuestra naturaleza real, porque casi ni existe a estas alturas.

Sin embargo, no puedo evitar creer que lo que yo he encontrado muchas veces en los ojos de la gente es el Yo perdido. Y puede que sea un sueño, lo admito, pero es que, en cierto modo, en el interior de ellos también lo es; irreal e insustancial como un sueño, una ficción. Pero no veo inconveniente en creer que eso es lo que ellos son, del mismo modo en que son también todos sus Yoes ficticios.

En muchas personas descubro otro ser, perdido, dolido e indefenso, que sobrevive de mala manera en los huecos sombríos que la conciencia no alcanza a iluminar. Descubro toda la fuerza de esas personas descansando en el estómago de este bicho. Descubro en él su fe absorbida, su mundo real, su amor, su vida. Todo esto está con él desterrado de ellos mismos. Mi reacción suele ser errónea por inalcanzable; quiero rescatarlos, rescatarlos de sí mismos.

martes, 21 de octubre de 2014

46

Conocer gente nueva me muestra de nuevo mi sombra. Todo lo nuevo que pueda suceder a mi alrededor para mis adentros no es más que ellos mismos. Que me haya pasado tropecientas veces no impide que una vez más me vuelva a afectar tanto como la primera.
 
 
Cuando reconozco el mal en mí y lo acepto es solo cuando estoy sola. Es más, en esos momentos estoy sola porque reconozco el mal en mí y no creo merecer otra cosa que la soledad. Cuando estoy sola en términos más amplios, sin pareja, reconozco mi mal y lo acepto, vivo bastante en paz perdonándome a mí misma y soy mucho más compasiva con los males de los demás. No es que aspire al bien absoluto, es que sentir demasiado el mal me incomoda. De modo que, por lógica, estoy mejor sola, sin pareja. Ya lo sabíamos que prefiero no tener pareja, pero lo prefiero por necesidad, porque me doy miedo a mí misma, no porque no quiera compartir la vida –o parte de ella- con una persona.
 
 
Otro de los motivos que me llevan a no querer tener pareja es que quiero compartir mi vida con demasiadas personas. Cuando analizo ese sentimiento me doy cuenta de que es una necesidad. La necesidad de huir de mí misma, porque, como hemos dicho, me doy miedo. Creo que no me soporto a un nivel profundo y que lo que suelo hacer es vivir autoengañándome. Cuando trato de no autoengañarme entro en un caos de indefinición y nihilismo difícil de soportar, de modo que prefiero aceptarlo; todos los seres humanos vivimos engañados. Engañados por nosotros mismos sin ser conscientes, pero autoengañados igualmente. Pero decidir seguir engañándose cuando uno ya sabe que se engaña es difícil de llevar, aunque otra opción no sea posible. Entonces, la vida es difícil de llevar en general.


Cuando conozco a alguien nuevo que me fascina –Gracias a Dios son pocas estas personas y no todas las que conozco, sino ya me habría suicidado hace tiempo-, me gusta más que yo, y es cuando entro en guerra con mi sombra. Cuando estoy sola rechazo los pensamientos de asco a mí misma, los ignoro, los dejo pasar, porque sé que soy como soy, porque sé que cualquier juicio es fruto del cáncer de mi mente, no hay más vuelta de hoja. El problema viene cuando algo es bonito fuera. Me atrae toda la belleza que en mí no veo. Y la quiero cerca; más que eso, la ansío hasta el punto de desear que me sustituyera. Provocan demasiado dolor mis males y ansío agarrarme a lo bello, mantenerlo atado cerca de mí, ¡no permitir que se escape!
 
 
Podría hacerlo, sea ético o no -pues qué es moralmente correcto y qué no. Ojalá pudiera ser la egoísta, superficial y posesiva que soy, la malnacida que ama y lo ofrece todo por necesidad y luego exige el doble de vuelta. Ojalá pudiera ser así, como algún día fui, u ojalá fuera de cualquier otro modo, sin ser consciente de ello; sin ver las mil dimensiones con que percibo este asunto, como cualquier otra persona.
 
 
Sin embargo, no puede ser así. La mayor parte del tiempo vivo creyéndome que sí, y doy gracias al Cielo por ello, pero siempre, siempre, siempre vuelve a llegar este punto, que por un motivo u otro para mí es más real que cualquier otro momento. No puedo ser como me sale de las vísceras porque me desprecio demasiado. O quizás porque realmente queda algo de amor en mí. O quizás porque mi nivel de neurosis es extremo. El caso es que pienso en esa pobre persona a la que ansío y, aparte de lo que observo en ella –para lo cual está reservado todo mi amor- todo lo que pasa por mi mente es negativo. Creo que no va a soportar mis neurosis y mis obsesiones, que no va a soportar mi mal humor, que tampoco merecería esas cosas aunque las soportara, que voy a depender emocionalmente de esa persona (o que lo estoy haciendo ya), que eso provocará necesidades y estas exigencias, que si reprimo todo esto estallaré… La lista es interminable. Todo lo dicho me provoca un estrés y una ansiedad que hacen que soporte menos mi existencia, y cuanto menos me soporto, más quiero huir; y cuanto más quiero huir más ansío lo bello, es decir, a la otra persona.
 
 
De algún modo, estoy condenada a ser obsesiva. Pero el círculo paranoico aquí no se cierra. Obvia y desgraciadamente también soy consciente de que la infinidad de juicios positivos que extraigo de la otra persona son también hijos bastardos del cáncer de mi mente. Toda esta pasión que encienden en mí personas tan varias, conocidas (si es que alguna vez se conoce algo) y desconocidas, poseen defectos también y sombras, pero, ¿Cómo rechazarlos a ellos, si son el único cauce posible de mi amor? Necesito adorarlos, y para eso necesito que sean bellos, y me los hago bellos. Pim pam. Aún así, supongo que los restos de mi gastado idealismo me hacen considerar a unas personas mejores que a otras. Son mejores para lo que hay en mi interior, sea la mierda que sea esa, las personas que saben vivir sin agonizar. Me causan tal admiración, respeto y pasión, que inevitablemente pasan a ser las que más ansío. Sin embargo, la agonía de la cuestión se halla en que, a estas personas, el respeto que les tengo me impide de nuevo pensar en permanecer a su lado; son las últimas a las que quiero joder con mi puta presencia. El respeto que les tengo, mi mierda de autoestima,… son sinónimos. El caso es que pensar que me soporten me da reales náuseas.
Todo parece así de terrible: sólo puedo estar al lado de quien no respeto, porque, de algún modo, lo que provoca que no le respete es que no se respeta a sí mismo, como yo. Entonces es equitativo. Al final todo se mide en eso, vuelve a ser terrible: esta persona merece mi mal, porque ella también desprende mierda. Desgraciadamente, es probable que esta persona tampoco pueda estar conmigo, porque se odia, y no cree que sea buena para nadie, como yo.
 
 
Estoy condenada a estar sola por no saber estar sola.

domingo, 5 de octubre de 2014

Belén

Belén provoca y apaga incendios,
dentro y fuera de su pecho,
con y sin él.

Escala las más altas cimas
mientras siente que las baja
o que las sube al revés
o que en realidad está quieta.

Se sumerge en el más profundo abismo
mientras se cree que flota ligera
cerca de cualquier orilla.
A menudo se siente a salvo.

Otras veces,
cuando no corre peligro,
huye.
Ya ha huido del mundo,
y ahora huye de su propia sombra,
porque a solas descubre
que ella es el incendio
que enciende y apaga.
Sufre que es la cima y que la escala.
Siente que es el abismo y que la consume.

Es el hipocentro del terremoto que cree el mundo
y a la vez es su mundo devastado.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Estimo

Estimo
una vegada més
quelcom que només a la meva ment
ha succeït com ho estimo.

Estimo l’aparença
impassible del teu rostre
quan m’escoltes,
quan parles,
quan em dones plaer,
perquè aquí això no s’acaba.

Sento vibrar la vida dins teu,
adormida.
Se que hi és perquè de tant en tant somrius i gemegues,
perquè sovint comprens coses que es comprenen amb el cor,
i quan ho fas la contemplo.
 
És com un tresor amagat,
la vida en forma d’alegria,
en tu.

I, per això, és inevitable
que el temps al teu costat
se’m presenti com un repte.
El repte sublim
de fer-te gaudir
una vegada més;

d'encendre
al teu buit
un instant
de bellesa.

 

 

domingo, 17 de agosto de 2014

Tu ets dins meu

Tu ets dins meu,
i en el Tu es frustren els meus ideals.

Tu, reflex de les meves carències.
Tu, proba palpable de les meves debilitats.

Seure al teu costat és conversar amb la meva pobresa;
és fer-la nítida, posar-li cara, veure-la,
haver de beure-me-la.

 
Cada dia m’oblido del que sóc
o del que vull ser
o del que podria;
cada dia ignoro algunes de les meves necessitats
perquè no vull necessitar-les.

 
Tu me les recordes
quan respectes les teves, que s’assemblen a les meves;
quan vols parlar i parles, quan no vols cedir i no cedeixes.

És llavors quan em miro
i brolla el mal.
És aleshores quan m’observo despullada
i em veig com no m’agrado,
i observo com em deprecio;

 
i la ment utilitza el món,
que ara i sempre és un mirall,
per desbordar la ràbia cap al Tu,
que és una realitat més distingible,
i es creu menys autodestructiva.

 
El meu cor sobreviu enganyat
per la seva pròpia ombra.

 

Només Tu li obres els ulls,
i Tu ets dins meu
i en el Tu es frustren els meus deliris...

viernes, 1 de agosto de 2014

Sueños de conquista

Mi alma te alcanzaba con la punta de mis dedos.

Deslumbrabas.
Tú, tu brillo inherente de pureza,
junto con el sol
que, a contra luz,
se filtraba entre tus cabellos cobrizos.

Demasiada luz, diría, si pudiera desearla menos;
demasiada belleza, pensaría, si quisiera dejarla de admirar.

Me dejé las yemas, impregnadas de mí,
en las leves superficies de tu piel,
por prisa.

Y, por ello, descubro,
en este y en todos los ahoras,
a mi sed alcanzando tus confines;
 
habitando
en el hueco que no dejas
entre la luz del día y la tuya.

jueves, 12 de junio de 2014

He decidit estimar-te

Sembla que he decidit estimar-te,
però totes les opcions
comportaven estimar-te.

 
Es pot dir que no tenia escapatòria
tot i que, com voler-ne escapar?

 
 
M’avises que potser no seràs meu;
no cal que ho siguis.
Tant debò no calgués que ho fossis mai.
Però ja veus que, tot i així,
no puc triar ni vull.

 
És massa tard
i és massa d’hora
per deixar d’estimar-te;
l’amor és el camí
-em porti o no als teus braços.

jueves, 29 de mayo de 2014

Tan sols amor

Mai l’assossec havia acompanyat aquests moments
que em desvetllen.

Molt pocs amants he mirat amb aquests ulls.
A molts no em vaig permetre veure’ls.
Molts no em permetien veure’m.

Però tu irradies un nou món;
cristal·lí, tangible, lleuger.

Al teu costat la passió no ofega l’amor,
queda cega,
ridiculitzada:

Prop teu,
al teu voltant,
no queden ombres
on les feres puguin amagar-se.

Jo, JO,
assíduament depredadora,
resto alliberada.
 
Gojosa d’aquesta llum;
sento només amor.
 
Desprès d’haver intimat tant amb l’ànsia,
ara m’omple de joia no necessitar res més;

No et vull;
tan sols tinc l’esperança,
si ho desitges,
que perduri el teu dia.

jueves, 1 de mayo de 2014

L'infern

L’infern bullirà sobre teu.

 

No podràs escapar-te.

 

L’infern bullirà dins teu,
dins el meu cor teu,
dins la set, l’esperança.

 
L’amor s’oblidarà de tu,
A l'hora que t’inventes que l’oblides.

 
La vida fugirà
prop del desengany
de l’instant en què la teva ànima respiri l’aire.

sábado, 26 de abril de 2014

La flor del mal

Un dolor enquistado hasta el cáncer,
un tumor maligno
tóxico
se interpone.

Más letal que el físico,
pues consume mi alegría,
disipa mi amor;

 
le quita el aire a la vida.

 

A pesar de ser tuyo,

es nuestro,

y deviene el de la humanidad.

 
Tu terrible herida infecta el amor,
pudre el cielo,

 

es la semilla del mal.

 
Olvidarme de ella y de cuanto mereces
para hacerte el amor
sin amor,

sería alimentar nuestro cáncer,
sería autodestrucción premeditada,
sería su infecta flor.

 
 

 
No puedo no querer querernos.


" Había corregido el pasado; en aquel tiempo debió de considerarse feliz, aunque profundamente no lo era. (Lo esperaba, secreta en el porvenir, una lúcida noche en que por fin vio su propia cara, la noche en que por fin escuchó su nombre. Bien entendida, esa noche agota su historia; mejor dicho, un instante de esa noche, un acto de esa noche, porque los actos son nuestro símbolo.)"
                                                           Borges - "Biografía de Tadeo Isidoro Cruz"

jueves, 24 de abril de 2014

El amor, mientras, vuela

Llueven trozos de cristal.
Nos arañan la piel
fragmentos de recuerdos
-todavía por existir-.

Desgarran la carne
las migajas de tu alma
que lograron atravesar el muro.

Se me infiltran en el cuerpo,
Hielan mi sangre.

El amor se congela en el fondo de mi esperanza
y quema.

y tu sed de entrega, enquistada en tu escudo, confundida con él,
indistinguible
arde en el fondo de tus pupilas,
en el eco de tu voz,
y te consume.

El amor, mientras, vuela.

Vuela lejos de seres como tú y como yo.
De la necesidad de tu entrega mía
de la necesidad de mi paciencia tuya.



El sol cae con los cristales,
y, con él, la vida se hace esperar.

Es el comienzo de una larga noche,
fría.

 
Porque por necesitar antes que amar,
el amor, mientras, vuela.

domingo, 23 de marzo de 2014

¿Por qué?

¿Por qué? ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es el fin de tal falta de equilibrio, de serenidad? No puedo ignorarlo. No me soporto a mí misma. No soy capaz de mantener una relación normal, creo, no amorosa. Tengo amigas y amigos a los que adoro, me gusta que sean independientes, no me importa que no siempre cumplan mis expectativas o cubran mis necesidades, porque esa no es su función. Su función no es ninguna otra que existir y su quehacer conmigo no es otro que compartir, nada más. Compartir todo lo que sea compartible entre ambos y lo que no lo sea es del mismo modo amable, desde lejos. ¿Por qué no puedo sentir algo así por una persona con la que comparto una relación amorosa? ¿Amorosa? Suena horrible. Todo es amor. Me voy al monte. Odio las palabras, odio los conceptos, odio las necesidades. Odio exigirle a la vida. ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

miércoles, 12 de marzo de 2014

Miedos de mentiras

Por más que digan reglas, miedos que sí, seguiré defendiendo que nunca es demasiado pronto para amar.
Si el amor y el desamor han causado estragos en cada individuo, si no se ha salvado ni uno, está claro que el problema no es amar, el problema es tener un trauma, individual y colectivo, que nos impide hacerlo en cualquier momento y, claro, mucho más al empezar.
Lo hermoso del amor es que tiene mil manifestaciones. Tampoco me convencerá nadie de que el amor carnal no es amor o de que el enamoramiento tampoco lo es o de que el cariño sosegado de las parejas ancianas tampoco.
¿Quién está ahí? ¿Quién nos asegura a la primera de cambio que es una ida de olla amar sin conocer? ¿Con qué tipo de idea cuadriculada nos hemos quedado del amor? ¿Realmente sigue tan presente en la conciencia racional el amor romántico como para creer reconocerlo en todas partes?
Yo ahora mismo estoy amando a alguien a quien a penas conozco. ¿A caso alguien puede creer que soy imbécil? ¿A caso alguien osaría echarme en cara que no he aprendido nada? Perdonad, aprendí a amar(me), nunca quise aprender a no amar "tan rápido".
¿Cuándo es pronto? ¿Es pronto para amar antes de estar seguro que puedes confiar en esa persona, que no te abandonará, que no te hará daño? Hay tantas posibilidades de que estas cosas se den (de forma no premeditada), que casi parece absurdo esperar que no sucedan para amar.
Yo no necesito estar segura de que no me harás daño para amarte, así como tampoco lo estoy de que no voy a hacértelo yo. Así como el amor, el sufrimiento (que no el dolor) está donde quieras hallarlo, todo se puede dejar atrás.
Yo te quiero ahora. Llevo días despertándome sin remedio a las 6 (hoy a las 4) de la emoción. Y, ¿sabéis qué, Fantasmas? No pienso arrepentirme, no pienso despreciarme, no pienso negarme.
Soy plenamente consciente de que soy hiperestésica, de que entre las ansiedades y mi sensibilidad todo es extremadamente intenso para mí. Me he tratado como una cría yo misma tanto tiempo, dados los errores cometidos, las heridas y dadas vuestras voces, que no puedo sentir más dolor, más miedo.
Quizás en unos días la pasión de hoy dé un bajón (y tendría, incluso, su parte positiva, porque todo esto causa estragos), pero, ¿qué pasa, nos hemos olvidado de sobrellevar el anhelo de lo eterno? ¿A caso es peor sentir pasión hoy, amor pasional, y dejar de sentirlo en unos días que no sentirlo nunca? ¿A caso puedo presentar una comparación así? ¿A caso todos los buenos deseos que tengo hoy para ti serán vergonzosos cuando el mar se apacigüe?
MENTIRA. Todo mentira. Todo es lícito y más el amor, en sus múltiples formas. El amor alimenta la vida, alimenta el mundo. Quien piense que no está detrás de cada acto, indirecta o indirectamente, responsable o irresponsablemente, consecuente o inconsecuentemente, se engaña.
Hoy la pasión de mi amor es desmedida, gigante, casi monstruosa, pero es su representación tan solo; ni más ni menos. Él sigue estando -así como estuvo desde el primer momento y lo estará- presente bajo mil formas que ansío descubrir.Y no pienso negar ninguna de ellas, porque sería negar la esencia de la existencia.

Renacer

El mundo ha renacido en tu sonrisa.
Hoy
pido
a la vida
que nunca
muera.
 
Odio pedir;
odio que lo deseado sea eternidad;
pero hoy,
ahora,
otra cosa no sé sentir:
 
Quiero que nunca muera,
nunca.
Quisiera, además
-lo siento-
que nunca
estuviera
lejos
de mí.
 
 
 
Por favor,
 
sigue.

lunes, 10 de marzo de 2014

Amor de carne

El amor huía
por las comisuras de mis sonrisas,
por los silencios atentos,
en cada minuto vacío de ser
y lleno de terror.

Pero la existencia ha optado por florecer
soberbia,
en la carne prendida,
espantando a los fantasmas
y haciéndole volver,
sublime.

 

jueves, 6 de marzo de 2014

Tu tiempo

Cielo de luz en la noche.
El cuarto creciente acecha desde lo alto
a las mil,
perdiéndome el respeto,
haciéndome trasnochar
con imágenes de tacto sublime
que podrían ser fantásticas
incluso,
si volvieran a confundirme sueño y realidad.

Pero no lo he soñado,
aunque en cierto modo lo hice.

¿Intuición o fantasía?
Nada, algo mejor;
magia encarnada, esta noche,
me ha arrebatado el sosiego,
me ha privado del no ser,
al abrirme una puerta en el vacío,

Y, a cambio,
me ha otorgado tu tiempo
y su llave.   

miércoles, 5 de marzo de 2014

Abstracción infecta


Creo que un posible gigante problema del individuo es vivir en la abstracción. Uno, hoy en día, adapta el mundo a las ideas, y no las ideas al mundo, sin pararse a pensar que es del mundo de donde las saca, que son post-existenciales.

Les damos una superioridad indiscutible a las ideas. A menudo las extraemos de lo que hemos mamado, de la familia, de las pelis que vemos desde críos, etc., pero otras mil veces, que hacen más mal, las extraemos de nuestros sueños, imágenes y emociones -que olvidamos cuán sensuales pueden llegar a ser- extremadamente abstractas, ¡que intentamos extrapolar! No es ya suficiente complicada y difícil de digerir la extrapolación de ideas extraídas de la misma realidad, como para intentarlo con los sueños ¡y sin ser conscientes en absoluto! Esto, sin duda alguna, es un foco de infección, para el individuo y para toda la humanidad. (A lo mejor es este el pecado original).

Un chaval que lo ha tenido todo, no es capaz de dar amor porque en su idea del amor y de la vida no cabe compartir, está más ocupado en hacer de todo lo que le rodea piececitas del puzle de su mundo ideal, y mientras, el amor se le pudre dentro y el aire que desprende o infecta o aparta a los demás. Un chico sensible, con conciencia social, preocupado por la humanidad, que ha tenido una mala adolescencia, es incapaz de dar amor a su pareja cuando es lo que más ansía, porque se olvida de que amar es respetar, porque está más ocupado intentando que ella encaje con su idea del amor –que es hermosa y excelente, pero no es la de la chica-. Una chica cree que el amor es pasión y la calma no encaja en su ideal de vida, no la satisface, necesita acción, y a medida que toma mil iniciativas y las deja, se destroza y contamina, y si nada la despierta del sueño, pierde el norte. Un hombre vegetariano, que trata bien a su familia, que no quiere que le regalen flores cortadas porque no le gusta verlas morir, tiene un ideal de mundo en el que hay una raza humana perfecta y se cree con el derecho de modificar el mundo, de exterminar a miles de humanos, porque siente que la idea precede la existencia.

Las teorías son el cáncer del ser humano como individuo y se extiende a la humanidad. Odio la teorización, la vida real se escapa entre las letras de los conceptos. El amor huye de una cabeza que lucha por adaptar la vida a la abstracción. Dejad las teorías en los laboratorios, en los papeles, en los debates. Fuera, en la calle, tan solo amad.

Componed realidades y observad la belleza de las miles que componen los demás, no busquéis las piezas del puzle de vuestros sueños.

sábado, 1 de marzo de 2014

Baile nocturno

El sol no se lo cree,
pero al ponerse
tú y yo seguimos bailando.
 
Fue triste que ayer
tuviera el coraje de separarnos,
pero esta noche,
hemos salido a correr al bosque
desnudos;
a reír,
a cantar.
 
Había gente,
Conocidos sin conocer
como nosotros,
que brillaban
cogiéndonos de las manos
al contagiarse de nuestra luz.
 
Gracias a ella,
no a la del sol,
hoy no es tan triste
que este me de los buenos días;
podemos seguir bailando
por los bosques,
si puedo escribir
“correr”,
“reír”,
“cantar”.
 
Porque lo mágico
ha sido
y será
compartirlo.

viernes, 28 de febrero de 2014

Diálogo

Un gozo que es extraño
descansa en esta soledad.
 
La ilusión
rompe
mil pensamientos,
agota todas las fuerzas de la razón,
ensordece los golpes de la pasión,
borra las fronteras
que los conceptos marcan
una
y otra vez,
y vence.
 
Hoy existe más yo en mis sueños
que sal en los mares.
 
Frente a frente,
dialogan
la ciencia
y el canto.
 
Nadie osa arrebatarle la palabra
al control,
porque dicen
que sabe.
Mas parece
que algo se le escapa,
porque yo
hoy
no respeto su turno
y, aunque sigue hablando,
mi canto lo solapa.
 

Sueño grana

Ahora ha cambiado de color
lo que era grana esta noche.

Pero si quiero
puedo seguir pintando,
mirando a ver si cabe en tu memoria,
si quieres que quepa
(si es posible),
lo que cupo en mi pecho
anoche.

No existía tu sentir
si no era el mío
y si no era enorme.

Al amanecer,
despuntaba la realidad
por encima del sueño.

Podía distinguirlos,
pero no quería;

esta noche
has prendido una luz
-¿tú?-
de fuego
que me ha encendido

y no quisiera que dejara de arder,
así como no quiero
que nunca haya existido.