domingo, 23 de marzo de 2014

¿Por qué?

¿Por qué? ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es el fin de tal falta de equilibrio, de serenidad? No puedo ignorarlo. No me soporto a mí misma. No soy capaz de mantener una relación normal, creo, no amorosa. Tengo amigas y amigos a los que adoro, me gusta que sean independientes, no me importa que no siempre cumplan mis expectativas o cubran mis necesidades, porque esa no es su función. Su función no es ninguna otra que existir y su quehacer conmigo no es otro que compartir, nada más. Compartir todo lo que sea compartible entre ambos y lo que no lo sea es del mismo modo amable, desde lejos. ¿Por qué no puedo sentir algo así por una persona con la que comparto una relación amorosa? ¿Amorosa? Suena horrible. Todo es amor. Me voy al monte. Odio las palabras, odio los conceptos, odio las necesidades. Odio exigirle a la vida. ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

1 comentario:

  1. No creo que haya una respuesta exacta... Intenta mirar más lo positivo que lo negativo. Especialmente cuando parezca imposible, ese es el heroísmo de esta época.

    ResponderEliminar