jueves, 13 de noviembre de 2014

Anhelo y morir

El anhelo de ti
se espesa,
se solidifica en la espera.
 
Mi ser muere en el interior.
Él me espera a mí, no a ti;
pero para mí no hay esperanza
mientras es a ti a quien anhelo.
 
Me exaspero ante
la recontemplación
de mi ser huidizo;
 
Es ver un sol en unos ojos
y fervor en un vientre,
y ya darlo por perdido.
 
Sin remedio, es ver y temer;
temer por mi vida,
¡por tentarme la muerte!
 
Es la impotencia de
saber
que no estoy en el calor de tu vientre
o que tú no estás en él.
 
Es mirarte y
morir,
por saber
que la muerte es inminente
 
porque la busco.
 
Mi ser se pierde
cada vez que quiere perderse
y siempre quiere
y siempre lo hace.
 
Su desconsuelo es que no se encuentra en ti,
se encuentra en mí cuando la muerte no me tienta.
 
Otra vez vuelve a tentarme,
siempre,
porque quiere encontrarse en ti
quiere encontrarse en ti
quiere encontrarse en ti.
 
Es verte y
saber
que la muerte en ti le tienta,
y que no sabe hacer otra cosa que morirse en ti,
pues quiere encontrarse en ti,
y es verte y
morir
porque en ti no se encuentra.

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