Luna llena,
compañera del vacío sin principio ni fin,
único adorno
en estas noches
de soledad primigenia.
Recuerdo redundante de la ciclicidad constitutiva.
¿Fue el primer desamparo realmente el primero?
Y los que vuelven, ¿son aquel?
Son nuevos
y el mismo.
Pequeños recordatorios
con otro aspecto
de la herida original.
Nuevas infecciones
que escuecen
con un veneno antiguo.
Tanta luz, Luna llena
y tan nublada mi visión.
Así como todo se repite,
todo se unifica
¿Cómo distinguir siquiera
la herida del dolor?
Solo tú eres
esbozo de consuelo,
única constante bella,
en estas noches
en la herida original.
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