miércoles, 22 de abril de 2015

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Está de moda en algunos ámbitos defender la naturalidad, el ser uno mismo, el deseo, el aquí y el ahora... Pero seguimos anclados en la memoria, en el rastro que dejan los hechos, incluso los pensamientos, en la mente y en la razón. Parece que muchos ya no nos preocupemos por ninguna de estas cosas hasta que algo no encaja en nuestro mapa mental, y redescubrimos el mapa cuando pensábamos que nos habíamos deshecho de él. Suelo descubrirme sorprendida por no ser siempre la misma, por ser absolutamente inconstante.