viernes, 4 de enero de 2013

25

Hacía tiempo que no sentía tal emoción en mí, parece que empiezo a reconciliarme conmigo. Como hace años, como pensé que nunca volvería a suceder -me recuerdo llorando en el desamor, creyendo que después de tanto sufrimiento sencillamente no sería posible volver a permitir perderme entregada en el fuego del amor-, la espera(nza) vuelve a quitarme el sueño y el hambre, la voluntad ya venía tomándomela desde hace tiempo... "Nunca estarás 100% segura de nada" resuena en mi mente, y efectivamente creo que lo extraño -y engañoso- es estarlo, como lo estaba al empezar otros amores. Pero ahora, por primera vez, me alivia el miedo. Y sobretodo me sosiega saber qué hay detrás de lo que persigo, o, más concretamente, creer con certeza que conozco lo que persigo -dentro de lo que se puede conocer- la clave la encuentro básicamente en la fe, a pesar del miedo. Cuánto tardaban en sanar las heridas del último amor. Puede que este sea el sentimiento de máxima libertad al que puede aspirar mi cerco, y ¿quién lo iba a decir? ¿Yo?

martes, 1 de enero de 2013

24

Distingo, entre los infinitos amores concretos, dos tipos de amores de pasión: los que dicen "te quiero" e inconscientemente lo acompañan en su mente de "a mi lado, como sostén" (consciente o inconsicentemente, ya no sé distinguir eso), y los que dicen "te quiero" acompañado de "para ser en ti, porque en mí mismo/a no me encuentro". Antes de llegar a hacer esta distinción, en un fuerte e inútil  impulso de extrapolación para poder comprender o consolarme, pensé que hay amores egoístas y otros que no. A "los que no" iba a ponerles nombre cuando caí en la cuenta de que no pueden ser altruístas, porque somos dentro de carne, y esta tiene necesidades, así que TODO lo que hagamos/sintamos, es por la necesidad intrínseca de nuestro ser, y que este, por más que nos empeñemos en creer en un yo puro y santo, siempre nos condicionará, incluso cuando nos empeñamos en creer en este yo. Por lo tanto, el tipo de comunicación que establecemos, quizá y sin quizá, con cualquiera que sea nuestro entorno es egoísta. Según la RAE:
(Del lat. ego, yo, e -ismo).
1.m. Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.
¿Cómo saber cuándo atiendes desdmedidamente a tu propio interés, si tu interés es cuidar desmedidamente del de los demás? Junto con esto, lo de inmoderado y excesivo amor a sí mismo sería una característica decisiva a la hora de determinar si soy o no soy egoísta, pero también vendría determinado por lo siguiente, porque ¿cómo saber si no atiendo desmedidamente al interés de los demás para alimentar mi amor propio? Y ahora vamos a por lo último, ¿alguien puede concretar los límites de "inmoderado", "excesivo" y "desmedido" de todas estas putas abstracciones?
¿Alguien puede desconectar mi mente, por favor? No puedo convivir con tantas decepciones definitorias.